Calma? (Libre)

Me dirigí a la piscina rápidamente, tenía que desfogarme como fuera y nadar siempre me resultaba, dejé la toalla a un lado en una de las hamacas. Y desde el bordillo me lancé a la pscina, empecé a nadar con fuerza, bastante rápido. Hacía poco que acababa de llegar allí y que empezaba a vivir como quien dice, pero a veces echaba de menos mi ciudad. Aunque había tenido que salir corriendo de allí, pero eso es una historia que no vamos a contar en este capítulo. A medida que iba recordando cosas iba nadando con más energía a sabiendas que no pararía a menos que me parasen.

Con mi típico aspecto chulesco, la toalla colgada del hombro y las gafas de sol puestas entré en la piscina. Las chicas se giraban para verme, y como no, a mi eso me encantaba. Me bajé las gafas y le guiñé el ojo a una morena que no estaba nada mal. Ya me encargaría de conocerla más adelante.

Dejé la toalla en el suelo y me senté en ella. Dirigí mi mirada a la piscina, en busca de alguna ''presa'' que valiera la pena. Había un par de rubias que no estaban nada mal. Las observé con una sonrisa de lado.

Cuando creí estar mas calmada y tranquila paré el ritmo, fui dejando de nadar poco a poco hasta pararme. No me habia fijado que la piscina se había llenado. Al mirar alrededor vi a un chico que observaba en mi dirección. Le lancé una medio sonrisa y me acerqué a las escalerillas para subirlas y salir. Casualmente, mi toalla estaba en la hamaca que había a su lado. Me dirigí contoneandome como sólo yo sabía, como ninguna de esas chicas sabía hacer. Le miré con fijación y al llegar a la hamaca cogí la toalla para secarme sin dejár de mirarle. -Pareces concentrado en algo... Le comenté sonriendo de lado

Sonreí cuando la chica se acercó y más aún cuando escuché lo que dijo.

- ¿Concentrado en algo? - pregunté - Que va, para nada. Tan sólo disfrutaba de las vistas, como puedes comprobar - hice un gesto con la cabeza en su dirección.

Sonreí bastante satisfecha con su comentario. Me encantaba que me mirasen. Aún seguía secándome e inocentemente dejé caer mi toalla al suelo, con lo cual tuve que agacharme, al hacerlo se veía un poco más de pecho. Me mordí el labio inferior y volví a levantarme lentamente, mirandole bastante sensual -Vaya que torpe soy Le miré inocentemente, secandome esta vez el pelo. -Pues por ahí la vista no esta nada mal tampoco Recorrí su cuerpo con la mirada, de arriba a abajo, parandome en zonas muy concretas de su anatomía.

Sonreí divertido. Si ella supiera...

- Si, ya veo, muy torpe. Pero no pasa nada, no te preocupes - guiñé un ojo. Me puse en pie - Oh, ¿me miras a mi? Vaya, es normal. Si es que estoy buenísimo - di una vuelta sobre mi mismo.

Me reí y negué con la cabeza, no éramos tan diferentes o por lo menos eso creía hasta el momento -Sin abuela, a ti no te hace falta, pero para qué engañarnos, estás realmente muy bueno, aunque no te acostumbres a que yo te lo diga a menudo Me acerqué a él tirando la toalla a un lado

Sonreí con suficiencia.

- ¿No lo sueles decir muy a menudo? Entonces debería sentirme importante - dije mirándola. Dejé mis gafas de sol sobre la toalla - Pero sé que conmigo harás una excepción - guiñé el ojo una vez más.

Me quedé a dos dedos de él, mirandole fijamente a los ojos y sonriendo pícara -Y qué te hace pensar que lo haré? Pregunté sonriendo ahora de lado sin apartar la mirada ni un segundo de sus ojos

Sonreí.

- Porque conozco a muchas mujeres como tú - me encogí de hombros y miré hacia la piscina - ¿Un bañito? - solté una carcajada y corrí hacia la piscina, tirándome al agua con un limpio salto de cabeza.

Me dejó con la palabra en la boca, así que conocía a muchas mujeres como yo eh... Negué con la cabeza y me acerqué al borde de la piscina agachandome y metiendo los pies solamente -Entonces deberás saber qué es lo que voy a hacer ahora no? Le miré desafiante

Apoyé mis codos en el bordillo, justo al lado de dónde ella se había sentado. Me revolví el pelo mojado y la miré.

- Ahora me dirás que tú no eres como esas mujeres, te tirarás al agua y me besarás - dije con sonrisa divertida. En realidad no tenía ni la más mínima idea de lo que pensaba hacer pero algo había que probar.

-Vaya, si que me consideras fácil ¿No? Negué con la cabeza y alcé una ceja -Posible respuesta correcta, si le quitas el beso, por que no sería yo quien te besara, si nó al revés. Me tiraría al agua y tu me besarías a mi Le miré desafiante esperando su respuesta

Me reí a carcajadas.

- ¡Ah! No, no... no pienses así, querida. Yo no me voy besando con todas las tías que me encuentro por el camino, - ¿seguro? - tan sólo con las que me besan a mi primero - ah, así estaba mejor. La miré a los ojos - Pero tú misma, no sabes lo que te estás perdiendo - sonreí, hice un gesto con la mano y me sumergí en el agua.

Iba listo si creía que iba a caer yo primero, a su juego sabíamos jugar todos. Me lancé al agua, como él esperaba que hiciese. Esperé a que saliese a la superficie para seguir hablandole.

Salí a la superficie. Estaba a algunos metros de ella. Le lancé algunos besos por el aire, con gesto divertido. Nade hasta ella después.

- ¿Te has decidido ya? ¿O te vas a quedar sin besito? - pregunté.

-Vaya, parece que tienes tú más ganas que yo de besarte eh! Lamí mi labio inferior mirandole con picardía, apoyé mis brazos en sus hombros acercandome a él aún más. Me paré cuando mis labios estaban a pocos centímetros de los suyos. -Y bien? Te perderás tu mi beso?

Me encogí de hombros sin dejar de mirarla.

- Hombre, pues no se... la verdad es que si te quedas así mucho tiempo... - desvié la mirada hacia su pecho.

-Si me quedo así mucho tiempo ¿Qué? Bajé una de mis manos pasando el dedo índice por el surco de su columna vertebral, viendo como me miraba el pecho. Acerqué mis labios nuevamente a él casi rozando los suyos.

Continué mirándola, esta vez a los labios.

- Que si continúas así mucho tiempo voy a acabar besándote - admití - Y eso modificaría el concepto que tengo yo de mujeres como tú... si, si - negué con la cabeza, contradiciendome.

Sonreí de lado mientras dejaba la mano en su espalda. Pasé el dedo índice de mi otra mano por su cuello acariciandolo suavemente y mirandolo con cierto deseo. -Y por qué no lo haces? Si realmente quieres hacerlo, hazlo aunque modifique tu concepto sobre mujeres como yo

Miré una vez más hacia su pecho y finalmente, besé sus labios apasionadamente. Y entonces me lo pregunté, ¿por qué la besaba? Al fin y al cabo no la conocía ni lo más mínimo. Tan sólo tenía un cuerpo escultural y una cara bonita.
Pero así era yo y de ninguna manera iba a cambiar mi forma de ser.

- Si, supongo que tendré que aguantarme - dije cortándola en la mitad del beso. Sabía lo que les fastidiaba a las chicas, así que sonreí.

Correspondí a su beso con la misma pasión, pero al separarse no hice más que sonreir como él. -Así que juguetón, eh! Y qué pasaría si la que te besa soy yo? Le miré a sus labios, mordiendome el labio inferior y sonriendo pícaramente

- ¿No lo sabes? - ladeé la cabeza y sonreí pícaramente de lado. Me aclaré la garganta, como quién va a decir algo importante - Prueba - fue lo único que dije.

Sabía que haría algo para que no le besara y le buscara la boca, pero me apetecía jugar. Me acerqué lentamente agarrandolo de la nuca con una mirada inocente y juguetona. Le besé efusivamente entrelazando mi lengua con la suya. Mi otra mano estaba posada sobre su cintura