Paseando (Stefan)

Iba dando un paseo por los jardines de St. Peter's. Él no dejaba de llamarme y yo empezaba a hartarme. Sonó mi móvil nuevamente, lo saqué del bolso con algo de rabia y descolgué. -Déjame en paz! Me oyes! Déjame! Colgué desesperada porque al instante volvía a llamarme. No sabía qué hacer y eso era lo que más me desquiciaba

Salí a los jardines después de volver finalmente de mi viaje a Paris. Había dejado las maletas y todas las cosas en mi habitación y alguna que otra cosa importante en una pequeña caja fuerte que tenia. Me cambié de ropa y bajé a caminar. Caminando por los jardines vi a una chica discutiendo por teléfono – Estas bien, bonita? – Dije sin ninguna mala intención.

Miré a aquel chico y sonreí, quizás pensaría que estaba loca, pero necesitaba que me ayudara. -Mira, te lo explico rapidisimo. Mi ex me esta acosando, necesito que le cojas el teléfono y le digas que me deje en paz. Inventante algo por favor! Le supliqué, estaba desesperada por quitarmelo de encima y necesitaba alguna solución. Le di el móvil para que hablara con él esperando que lo cogiera.

Me pidió el favor y sonreí cogiendo el teléfono carraspee un momento y le sonreí el movil empezó a sonar así que lo cogí – ¿Quien coño te crees que eres? No, ahora te callas y escuchas. Soy su nuevo novio y como la vuelvas a llamar iré y te cortaré esa pequeña cosilla que usas para mear – Dije colgando, quizás me había pasado un poco pero me habia divertido actuando – Tranquila no soy así solo actuaba, me he pasado un poco – Dije dándole el movil

Le miré sonriendo algo más tranquila pero a la vez alucinada, nadie solía hacerte esa clase de favores, ni yo tampoco solía contar mis penas, pero era una ocasión de vida o muerte. Suspiré cogiendo el móvil pero sin perder esa sonrisa. -Muchas gracias, no te preocupes, a ese tío habría que cortarsela de verdad Me reí negando con la cabeza. -En serio muchas gracias, ¿Qué puedo hacer por ti?

Me senté en un banco ofreciéndole sitio amigablemente a mi lado había vuelto con Carol y Elena al instituto pero ellas se habían separado de mi un rato para seguir preparando la siguiente parte del plan mientras yo rondaba por el instituto para reconocer un poco todo y de paso vigilar como andaba el ambiente. – Encantado de ayudarte ahora ya no te molestará – Dije como siempre era una persona demasiado buena y siempre hacia favores a todo el mundo cosa que no me desagradaba hacer. – ¿Por mi? nada, no lo hice para recibir nada a cambio.

Me senté a su lado dulcemente, mirandole con una gran sonrisa -Si eso espero la verdad. Me quedé un poco descolocada, nadie ayudaba sin querer recibir nada a cambio. Me encogí de hombros, no entendía muy bien entonces por qué lo había hecho -No, pero bueno si puedo ayudarte con algo quiero que me lo pidas. No me gusta deber nada, y menos favores. Así que ya sabes, cualquier cosa Remarqué el cualquier cosa con una mirada un poco pícara, como solía hacer normalmente. -Por cierto, soy Sofía Posé mi mano sobre su hombro para darle dos besos mejor