En casa...[Vanesa] {+18}

Ya no podia más o al menos eso creia,lo mire con deseo como siempre lo miraba cuando terminabamos de hacerlo.
Bese su cuello dulcemente

Cerré los ojos cuando comenzó a besarme el cuello. Ahora podía pensar con claridad y eso no era lo que quería, puesto que me hacía sentir incómodo. Aparté esos pensamientos de mi mente y la dejé hacer un momento, luego la detuve con las manos, algo divertido, no es que me molestara sino que la verdad estaba cansado. Necesitaba un baño, porque me sentía como si hubiera corrido un maratón de 5425473437 km.

-Iré a ducharme- excusé sentándome sobre la cama y pasandome una mano por el cabello. Tomé de refilón una de mis sabanas para enrollarla en mi cintura- Puedes quedarte si quieres

Comenté antes de levantarme

Asenti claro que me quedaria,siempre lo hacia me levante de la cama buscando mi ropa interior
mientras él se duchaba, aunque no me importaba ducharme con él,
Habia sido increible, como siempre...Me fije en las fotos y tenia la foto de los dos.
¿Porque la seguia conservando?...Esa foto nos la regalaron los monitores del campamento.
La mia estaba perdida en mi casa pero él ¿porque la tenia ahi?.

Cerré la puerta del baño tras de mí y me recargué un momento el la puerta, poniendome los dedos en el puente de la nariz. Cavilé unos segundos antes de por fin arrastrarme a la regadera. No me tomó mucho tiempo ducharme, pues siempre había sido rápido para esas cosas. Comencé a sentír pesadez en mis articulaciones, lo que asociaba con que había quemado mas calorías que en 13 entrenamientos seguidos.

Salí de la ducha y me sequé con lentitud, luego pasé una mano en el espejo limpiando el vaho que había quedado y, por unos momentos, miré mi reflejo. Mi cabello mojado se erizaba siempre despues de ducharme, algo que nunca habia entendido muy bien y que no me gustaba, aunque admito que me daba cierto aire distinguido. Bah. Me enrollé una de las toallas en la cintura y salí, secando con la otra toalla mi cabello

Suspire con fuerza al ver esa foto, no sabia porque la seguia conservando y la verdad me daba igual.
El y yo no eramos nada,simplemente amigos o eso creia yo.
Me vesti y me sente en el sillo de cuero negro.

Cuando salí no me sorprendí de ver ahí a Vanesa aún. Mientras me cambiaba en mi habitación. que por cierto estaba llena aun a rebosar de cajas sin abrir, me llamó la atención un puñado de fotografías sobre una.

Me acerqué y descubrí que mi madre no solo me había enviado los libros que había olvidado cuando me mudé, sino que además había escarbado en mi cuarto y me había enviado cada misero detalle de mi infancia y adolescencia, seguramente para que nunca los olvidara...¬¬ ¡Como si pudiera hacerlo!

La fotografía de enfrente era la que guardaba de recuerdo del campamento en que conocí a Vanesa, ni siquiera recordaba tenerla aún. La miré unos segundos y luego uardé las fotos en una de las cajas, esperando que Vanesa no la hubiera visto. No me gustaría llegar a darle ideas equivocadas sobre nuestra relación.

Terminé de vestirme y salí a la sala, aun secandome el cabello. La encontré vestida en el sillón de cuero.

-Creí que te gustaría bañarte- dije mirando que ya se había vestido- Pero como gustes ¿Quieres algo de comer? No tengo mucho pero algo podré hacer

Prefiero ducharme en casa-le dije mirandole
Si insistes habra que comer.-le comente.
No paraba de darle vueltas en que porque aun conservaba esa foto

-No tengo mucho- advertí desapareciendo rumbo a la cocina. Siempre había sido un asco para cocinar pero al menos podía preparar cosas sencillas que no terminaran en mi muerte por explosión o algo por el estilo. Aventé la toalla sobre una silla que, de hecho, no tenía nada que hacer en la cocina (?) pero ahí estaba.

Saqué todo lo necesario para hacer algo básico de comer. Era consciente que si lo que preparaba no era comestible me acusarían de intento de asesinato e intento de suicidio, así que era mejor hacer lo mejor posible

Rick ¿quieres que te ayude?-le pregunte mientras veia que iba a la cocina.
Era una experta en la cocina o asi me solian decir mis amigos.
Sabia que no era un gran experto en la cocina.

-No- dije con la mandíbula apretada mientras luchaba con un abrelatas. Mi orgullo me impedía decir 'Siiiii soy un asco en la cocina y que' porque definitivamente eso no iba conmigo. Nunca admitiría ante nadie que era incapaz de algo, excepto tal vez de Amara. Sabía que Vanesa cocinaba bastante bien, recordaba que se ganó el premio de Mejor Cocinera Campista por su pollo a la leña (?) mientras el mío se hizo pollo quemado.

me encongi de hombros, era una gran cocinera asi que me quede alli sentada recordando grandes momentos.
Supongo que su orgullo le impedia pedir ayuda...siempre el mismo para no variar...

Mientras trataba de que el abrelatas cooperara conmigo la lata se volcó, cayó al piso produciendo un gran sonido metálico, y haciendo que todo su contenido se vaciara por el pequeño agujero que ya había logrado hacer.

-Feh! Utensilios de Mierda!- Mascullé para mí. Chasqué la mandíbula con irritación y miré con odio el abrelatas ¿Acaso Satanás los había reclutado a todos contra mí?

Saqué un trapo de un cajón y lo dejé caer sobre la enorme mancha en el piso para que la absorviera mientras yo sacaba una caja de uno de los aparadores y la metía en el microondas. Listo.

Habia escuchado el escandalo pero no me hacercaria a la cocina bajo ningun concepto, se lo habia prometido a él.
Seguro que estaba "bueno" lo que habia cocinado...

Esperé unos minutos a que la comida precocida estuviera lista. Miré fijamente el microondas, si no supiera que no tiene ojos juraría que me estaba viendo feo. Me crucé de brazos y esperé y esperé hasta que por fin la luz de la cajita se apagó y sonó el típico *biiip*. La saqué y la puse sobre la mesa del comedor. La única mesa que tenía de hecho.

-Listo- dije en voz alta- Para que no digas que nunca hago cosas por tí

Me senté (o mas bien me dejé caer) sobre una de las sillas, mascullando contra los utensilios de Satán.

Yo nunca he dicho lo contrario Rick-comente sentandome en una de las sillas,
La comida se la veia comestible, asi que empeze a comer, mirandole de lado,

-Lo sé, pero digo por si se te ocurre- dije encogiendome de hombros. Tomé un tenedor y comencé a picar la comida. No tenía mucho hambre, pero necesitaba hacer algo antes de ponerme a pensar. Noté la forma en que me miraba y alcé una ceja mientras masticaba- ¿Qué pasa?

nada...-dije sin más.
Comi un poco más, la verdad me sorprendio que esto fuese comestible. en el campamento no sabia ni como freir un huevo, siempre tenia que hacerselo yo..
¿Acaso no te puedo mirar?-le pregunte con curiosidad.

Me encogi de hombros solamente, mientras picaba mas comida
-No, es solo que me pareció que lo hacias de una manera extraña- inquirí sin darle importancia. Siempre me había molestado que me miraran, pero que ella lo hiciera no me molestaba demasiado...o al menos no tanto como con otras personas, tal vez por nuestro pasado pero no estaba segunro