Bronceándome( Frederick y libre)

Llegué a la piscina con algo de mal humor, pues cuando venía me había encontrado con la viejita a la que le había pagado la cena la última vez para que se apresurara. Me estremecí un poco ante el recuerdo de ese día y luego volví a la irritación con la anciana que había estado coqueteandome toda la charla y yo estaba a punto de vomitar ante la imagen mental

No me había dado cuenta que ya había alguien ahí cuando llegué y me saqué la camisa con gesto brusco. Cuando iba a dejar mis cosas fue cuando me di cuenta. miré a la chica unos momentos, mientras dejaba todo y luego saludé con un ligero movimiento de cabeza

Me encogí de hombros, ante la acotación de la chica que estaba tumbada cerca de la piscina. Dejé mis cosas en una hamaca cercana y me senté con un pequeño bufido.

-Alguien tiene que pagar- mascullé poniendo mi mejor cara de altivez. Me incliné sacando mis deportivos uno por uno. Luego la miré alzando una ceja -¿Te conozco?

La miré de nuevo, manteniendo una ceja alzada. Examiné detenidamente su rostro, pero no me parecía familiar. Aunque admito que nunca me fijaba demasiado en los rostros. Una vez que me saqué los deportivos me incorporé, desabrochando mi pantalón
-No lo sé, tal vez alguna vez me haz visto- dije con indiferencia- eso deberías saberlo tu, no yo.

No le respondí, ni siquiera la miré aunque había escuchado perfectamente cada una de sus palabras. Me dediqué a sacarme el pantalón por las piernas. Debajo llevaba traje, claro. Dejé mi ropa sobre el resto y luego la miré, alzando una ceja.

-Frederick Starks- me presenté. Acercandome al borde de la piscina mirè el agua, algo pensativo. Aun estaba de mal humor pero iba controlandolo poco a poco, como de costumbre