Guardando los libros nuevos (Sofía)

Las típicas taquillas de instituto, odiosas, más que nada porque eran para guardar mis "queridos" libros. Me sentía algo perdido entre tanta taquilla. Caminé un momento hasta llegar a la dichosa taquilla y finalmente la encontré, tan sosa como las demás. Abrí, guardé los libros, los cuales no creía volver a tocar el resto del curso, y cerré.

Andaba distraída guardando mis libros en la taquilla, pero el golpe del cierre de otra de las taquillas de al lado me devolvió al mundo. Al ir a cerrar la mía me giré en dirección de donde provenía el ruido. Al hacerlo a dos taquillas más a la derecha había un chico, le miré de arriba a abajo y sonreí de lado. Volví a centrarme en mi taquilla pero no se cerraba. Suspiré, necesitaría la fuerza de algún chico, y qué casualidad que estaba él allí. Dejé la taquilla entreabierta y me acerqué a él frunciendo un poco los labios -Perdona, vas a pensar que soy idiota, pero mi taquilla ha decidido hoy declararse en huelga y no cierra, podrías hecharme una mano? Le miré inocentemente pero con ese halo de picardía que me encantaba mostrar, lo justo y necesario.

Estaba a punto de irme cuando una chica me pidió ayuda , la miré de arriba abajo, había dado con el chico adecuado, sonreí de lado observando cada detalle, a lo mejor era un poco descarado, pero no era un problema. -Claro. -Dije "amablemente", acercándome a la taquilla medio abierta que había cerca.- Es esta? -Pregunté antes de cerrarla con una velocidad sospechosa.- Ya está, no eres idiota, estaba muy dura. -Dije antes de volverme hacia ella.-

-Supongo que a cambio al menos podré saber tu nombre. -Volví a sonreír de lado, para qué engañarnos, la chica no estaba nada mal y no me apetecía irme a las divertidas clases sin conocerla.-

Me di cuenta de como me miraba, lo cual me hacía sentir extremadamente bien. Asentí observando la taquilla a la que se refería, la mía. Me puse a su lado observando como la cerraba. Sonreí de lado, mirandole fijamente cuando me dijo que no era idiota y reí pícaramente con lo de que estaba muy dura, sí era una mal pensada, pero así era más divertido. -Sofía y el guapo chico que ha cerrado mi taquilla. ¿Tiene nombre? Volví a mirarle de arriba a abajo sin poder evitar morderme el labio inferior.

Ví como sonreía y supuse que había sido por el "estaba dura", así que sonreí de nuevo, sobretodo al ver cómo me miraba y después de preguntarme mi nombre se mordía el labio inferior, mi vista se centró completamente en sus labios y la subí a sus ojos segundos después.

-Me llamo Jack. -Dije finalmente sin apartar la vista de sus ojos, parecía una chica... Divertida.- Pero no se lo digas a nadie eh, que es un secreto. -Dije asintiendo como si se tratase de una gran verdad que nadie sabía.-

Observaba en todo momento sus gestos y miradas, al ver que por un corto espacio de tiempo me miraba los labios pasé la lengua por ellos como quien no quiere la cosa. Reí cortamente cuando acabó de hablar, di un paso hacia adelante acercandome a él un poco más. -Entonces chico guapo, no podré llamarte por tu nombre. Me acerqué completamente, apoyé mi mano en su hombro y le di dos besos, algo lentos para que pudiera sentirme bien en su mejilla y le diera tiempo a observarme detenidamente mientras lo hacía -Encantada Ja... quiero decir, chico guapo. Me hice la pensativa, como si realmente buscara una excusa para saltarme las clases, y que él accediera a venir conmigo -Y piensas ir a clase? O quizás tienes algún plan mejor y podemos divertirnos? Le miré con cara inocente incluso llevandome el dedo índice a la boca para hacerme más angelical

Justo en el momento en que miré a sus labios vi como ella pasaba la lengua por estos, me relamí inconscientemente al verla y sonreí de lado al escucharla... Esta chica me caía bien y podíamos hacer... Buenas migas. -Me puedes llamar así, si quieres, no me importa. -Comenté divertido sin apartar la mirada, sonreí cuando se apoyó en mi hombro y me dio aquellos dos besos, aquellos dos largos y lentos besos que hicieron que notase bien sus labios en mis mejillas. -Igualmente, preciosa. -Dije imitando cortesía. Me quedé un momento pensativo al escuchar su proposición y me llevé una mano a la barbilla, mirando al techo. -Pues si te digo la verdad no había pensado en nada... Qué suerte que tenga tanta imaginación y pueda inventar algo sobre la marcha para largarnos por ahí. -Dije travieso, sonriendo de lado.- ¿A dónde te apetece ir? ¿A tomar algo? ¿Al cine? ¿A mi casa? -Empecé a preguntar riendo ligeramente en la última.-

Sonreí satisfehca al escuchar sus proposiciones. Sin quitar la mano de su hombro me acerqué a su oído, antes de hablar hice que mi respiración chocara contra su piel, para que me notase aún más cerca de lo que estaba. -No me importa el lugar, en el cine, en tu casa, en la mía... Susurré pícaramente lamiendo el perfil de su oreja muy despacio. Me separé de él con mirada traviesa y algo lasciva incluso. Sabía que con él iba a hacer muchas cosas y a pasar grandes ratos

Se acercó a mi oído y noté su respiración contra mi piel, sonreí de lado al escucharle decir que le daba igual y después pasó su lengua por mi oído, algo que me hizo pasar la lengua por mis labios antes de morder el inferior cuando se separó. Me acerqué sin poder evitarlo, sonriendo y deslizando mi dedo por su brazo. -Entonces... No te importa venirte a mi casa y divertirnos un rato, no? -Pregunté pícaramente antes de morder suavemente el lóbulo de su oreja. -Seguro que lo pasamos muy bien...-

Le sonreí pícaramente observando como pasaba su dedo por mi brazo. Llevé mi mano a su cintura, mirandole algo lasciva. -Por lo que veo la diversión está más que asegurada. Suspiré placentera al sentir como mordía mi lóbulo tan suavemente que la piel se me erizó en un segundo. -Así que cuando quieras chico guapo. Estoy deseando ver tu casa, bueno ver tu casa y lo que no es tu casa Le guiñé un ojo separandome un poco de él, comenzando a caminar hacia la salida del centro. Me contoneaba haciendo que se fijara en mi culo. Adoraba que me mirasen

Comenzó a caminar de aquella manera, sonreí de lado y me mordí el labio, "joder como está..." comencé a caminar detrás de ella sin quitar ni un momento mi mirada, y, para qué engañarme, centrando esta prácticamente en el culo, total, lo hacía para que lo mirase, ¿no?, pues yo encantado. Me llevé las manos a los bolsillos y fui con ella hasta la salida, me lo iba a pasar bien con ella, estaba claro.

-Crees que dará tiempo a llegar a tu casa? Giré mi cabeza viendo como me miraba el culo, y yo encantada, ambos salíamos ganando. Sonreí pícara y al salir por la puerta bajé un poco la cintura de mi pantalón enseñando un poquito más sin dejar que viese tampoco nada, simplemente quería que volase su imaginación. Mordí mi dedo índice sin dejar de mirar hacia atrás pareciendo totalmente inocente.

Salí detrás de ella sin dejar de mirarle, parecía un salido, pero es que no estaba para nada mal y mirar no es pecado. Seguí andando y cuando la escuché sonreí. -Por qué no iba a dar? Para algo está la moto.. O lo que quieres es ir al baño y ahí mismo? -Alcé una ceja e hice un ligero movimiento de cabeza hacia el baño, me mordí el labio cuando me permitió ver un poquito más, me estaba empezando a impacientar. -Si vamos en moto, que conste que correré mucho.

Me giré del todo caminando hacia atrás para mirarle. -Bueno, mejor esperamos a tu casa... Dije con voz muy sensual abriendo uno de los botones de mi camisa dejando ver algo más de piel. -No crees que puede ser peligroso? Desabroché un segundo boton dejando ver ya algo de mi pecho y sujetador -Por que tendré que agarrarme fuerte, y puede que me agarre a lo primero que pille Pasé la lengua por mis dientes parandome hasta que llegara a mi

Vi cómo se desabrochaba un botón a medida que me acercaba, después otro... Seguí acercándome y sonreí de lado al llegar hasta ella. -Si, puede ser peligroso, pero bueno, tú te puedes agarrar a donde quieras... -Dije con voz juguetona mientras jugaba con el siguiente botón, lógicamente sin desabrochárselo, esta chica me estaba tentando demasiado, eso no era bueno, bueno sí, pero peligroso...-

Le miré fijamente a los ojos, bajando después a sus labios. Apoyé una mano en su torso y sonreí de lado -Puedo agarrarme a tu camiseta, o a tu cintura... Fui bajando la mano hasta llegar a su entrepierna -O aquí...Agarré suavemente para no hacerle daño. Lamí sus labios sin soltarle queriendo ver su reacción y respuesta. Sonreí algo malévola y juguetona.

Puso una mano en mi torso y empezó a bajar hasta notarla en mi entrepierna, me relamí y sonreí, mirándole. -Puedes agarrarte ahí si quieres, no es molestia. -Dije con una sonrisa de lado antes de que lamiese mis labios, haciéndome entreabrirlos, si seguía así me iba a lanzar allí mismo, me daba igual, al menos en aquel momento. -Vaya, ¿y tú eras la que quería esperar a que llegásemos a casa?

-Yo? Nunca he dicho que esperasemos, solo que no ibamos a llegar que es diferente No era de las que se cortaban un pelo, y mucho menos con un tío así. Solté su entrepierna y me puse delante de él caminando de nuevo, aunque no sabía cual era su moto, así que me volví a girar y a acercarme a él nuevamente, pegandome a su cuerpo por completo. Acaricié su cara mirándole fijamente. Cuál es tu moto?

Sonreí cuando dijo aquello y cuando volvió para preguntarme aquello, pegándose a mi cuerpo, sintiéndola completamente... -Mmm... Dime, ¿Te gustan grandes? -Le pregunté con picardía y, lógicamente, con aquel doble sentido, aunque en realidad me refiriese a las motos. Me acerqué a su oído, sonriendo complacido. -Porque... La mía es bastante grande, dudo que haya una mejor por la zona... -Susurré contra su oído para luego separarme y mirarle.-

Con esa pregunta y ese comentario me excitó al momento, mi cara cambió por completo y era visible que mi libído había subido por completo. Sonreí de forma totalmente maliciosa, entendí su doble sentido a la perfección. Aún pegada a él mirandole fijamente a los ojos, comiendomelo con los míos, me acerqué a su oído poniendo mis manos en su espalda y bajando una a su culo. -Me gustan grandes y me gusta que las sepan manejar bien. ¿Eres buen conductor? Continué con el doble sentido y mientras le hablaba con voz seductora y con tono algo ya de excitación, apreté su culo notando como nuestras entrepiernas quedaban totalmente pegadas. Me moví rozandole aquella zona que me encantaba tanto de los hombres como él. Lamí sus labios y me separé mínimamente -Y las motos me da igual como sean, mientras funcionen bien y corran bastante Reí corta y muy sensualmente

Sonreí complacido al ver su cara cuando le dije aquello, se acercó a mi oído y no pude evitar entreabrir los labios cuando dijo aquello, puso sus manos en mi espalda y con una bajó a mi culo, excitándome de tal manera al decir aquello que me hizo morderme el labio, me acerqué yo a su oído y dejé que notase mi aliento para luego morder el perfil de este suavemente. -Soy un buenísimo conductor... Te lo puedo demostrar ahora mismo. -Susurré contra su oído, sonriendo juguetón. Apretó mi trasero, quedando mi entrepierna pegada a la suya y haciéndome relamerme con ganas. -Pues... La mía corre bastante si le meto caña. -Sonreí con prepotencia y miré la moto. -Es esa de ahí. -Dije haciendo un ligero movimiento de cabeza para señalarla y que la viese.-

Suspiré al notar como me mordía la oreja suavemente, de tal manera que cada vez me estaba excitando más y más. Me relamí con gusto y complacida al escuchar sus palabras, sabía en todo momento qué contestarme y eso me fascinaba en un tío, por que así la diversión estaba asegurada. -Pues a mi me gusta que le metan caña, y que me metan caña también Le guiñé un ojo y me giré a ver la pedazo de moto que tenía -Joder vamos sin moto no? Todo lo tienes tamaño xxl? Pregunté pillina mientras me separaba de él acercandome a la moto pasando mi mano por ella y mirando a Jack como si le estuviese tocando a él. Estaba demasiado excitada.

Sonreí de lado al escucharla y asentí. -¿Te gusta que te metan caña? Pues has dado con el tío adecuado. -Dije con aquella misma sonrisa, luego se giró y habló de nuevo, me hice el pensativo.- Bueno, tengo muchas cosas interesantes XXL. -Lo mejor fue cuando se acercó y tocó la moto mientras me miraba de aquella forma. Me encantaba esta tía, sabía como ponerme a 100 en unos segundos. Me relamí cuando hizo aquello y no pude evitar morderme el labio acercándome hasta ella, me estaba tentando una barbaridad con sus miradas, gestos, palabras... -Entonces... Te gusta mi... -Me quedé un momento callado, sonriendo picarón.- Moto, ¿no? -Pregunté esperando su respuesta, aunque seguramente haría o diría algo que me excitase más de lo que ya estaba.-

Empezaba a mirarle de tal manera que lo devoraba, más lasciva no podía ser. Me ponía todo de aquel tío, era tan... ufff No había palabras para describirlo, pero si podía ponerme así en nada, no quería imaginar como acabaría el momento. Me acerqué moviendo mis caderas al andar pasando mi lengua por mis dientes, dejando a un lado la moto y pegandome a él. Puse la mano sobre su pecho -Me encanta tu moto, no sabes las ganas que tengo de conducirla Mientras iba hablando iba bajando la mano por su torso, su perfecto torso hasta llegar a la cintura de su pantalón. Ni corta ni perezosa metí la mano por debajo de su pantaló y agarré su entrepierna por encima de los bóxers. Con mi otra mano libre cogí la suya y la llevé a mi boca lamiendo dos de sus dedos. -Crees que podré conducirla en algún momento? Me separé sacando la mano y dejando de lamer sus dedos. Entreabrí los labios en una sonrisa muy excitante

Se acercó con un movimiento que no podía evitar admirar con detalle y puso su mano en mi pecho, bajando lentamente por mi torso, cada vez me ponía más y más... No esperaba encontrarme una joya como esta chica tan pronto, en aquel momento me estaba volviendo loco. Me dejó claro que me gustaba mi moto y siguió bajando hasta, sin absolutamente ningún tipo de corte ni vergüenza, agarró mi entrepierna por encima de los bóxers y lamió dos de mis dedos... Dios... Cada vez la cosa iba a más, al menos la excitación en mi cuerpo, admiré cómo lamía mis dedos entreabriendo los míos sin poder evitarlo y relamiéndome lentamente, no podía soportar verlo y hacer como si nada, ahí, en la calle. Finalmente paró y asentí lentamente. -Puedes conducirla cuando te de la gana. -Dije mordiéndome el labio mientras la miraba intensamente. -Es más, me estoy muriendo de ganas de verte conducirla. -Dije pegándome a su cuerpo, deslizando mis manos por sus muslos hasta llegar a su culo y apretarlo con fuerza, esto no era bueno, si seguía así me lo montaba ahí con ella, que mirase quien quisiese.-